Lleno absoluto el pásado sábado en la Casa de la Cultura de Avilés para presenciar la puesta de largo de "Gladiadord". Y éxito clamoroso de la obra, con un público entregado que ovacionó largamente al elenco al final de la actuación.
La jornada se inició (como no podía ser de otra manera) con nervio y ansia, debido a los problemas técnicos derivados de la escasez de tiempo cedido para ensayar en el auditorio. La programación de luces, que forma parte imprescindible de la obra y que tantas horas de sudor y litros de cerveza ha costado a su responsable, Javi Queen, no se pudo adaptar correctamente a los equipos disponibles en el auditorio, de modo que el equipo técnico tuvo que realizar un esfuerzo titánico para registrar y planificar las configuraciones y transiciones de luces, a escasas horas de la representación. Por no hablar del ensayo de microfonía, que no pudo llevarse a cabo hasta las seis de la tarde, siendo la función a las ocho y media.
Así las cosas, el equipo de "Gladiadord" tuvo que ensayar dos veces la obra completa, con sus oportunas paradas para ajustes, para dar paso inmediatamente a la representación ante el respetable. Aspectos del mundo de la farándula que normalmente son desconocidos pero que les contamos en este blog porque somos así de majos.
La representación en sí estuvo por todo ello salpicada de pequeños desajustes de sonido que se iban solucionando sobre la marcha, y que a juicio del respetable no lograron empañar la sensación de estar ante un gran espectáculo. Para colmo de bienes, entre el público se encontraba Javi Álvarez, que se puso a hacer fotazas como un loco y gracias al cual les podemos mostrar a continuación un resumen gráfico del grandioso evento.
La noche se cerró, como es de rigor en estos casos, con un auténtico fiestón en el Candi, abarrotado también.
"Lo que hacemos en la vida echoes in eternity". Aquí se empieza a cocer algo gordo.
"Germania". Los romanos tienen clarísimo que cuando se trata de crear un imperio hay que dejarse de protocolos y liarse a hostias cuanto antes.
"Tell me Maximus". El César, menudo liante.
"Tú también, bruta". Nadie diría que en realidad no es un caballo.
"Tus defectos como hijo". Cuando se lleva el rap en las venas da igual un micro que una maraca. Menudo baño le está cayendo a Cómodo.
Y, claro, se lía. Si es que todo el mundo tiene un límite, hombre.
"Pretoriano". Tú sigue ahí a uvas con Máximo al lado repartiendo, verás cómo te va.
A juicio de muchos, la imagen más emblemática de "Gladiadord".
"Matanza brutal". Máximo refrescándose con lo que puede, mientras se pitorrean de él a la cara.
"Yo soy Próximo". Vaya si tenía que ser éste ágil matando.
"Gladiatore's violentia". Menudos pájaros, los senadores.
"Black's blues". Buen rollito. O no.
"Lucius Verus after my father". Qué riquina, la criatura.
"The barbarian hordes". Tomate por todo lo alto.
"El bolero de Hagen". Mucho cántico y mucha camaradería, pero al final Gladiator se queda sin helado.
"Muerte de Próximo". En visión cenital. Mira que costó.
"¿No soy compasivo?". Andáis jugando con este elemento y pasa lo que pasa.
"Tu última argucia". Un duelo de altura.
....
... Igual estamos desvelando el final o algo...
El equipo (¿o debemos decir "la piña"?) de "Gladiadord" al completo, con su directriz, Verónica Gutiérrez, saboreando por fin las mieles del éxito después de dos horas pendiente de la tecla y del walkie .